He estado ausente unos días, en los que he podido reflexionar, y darme cuenta de lo pequeños que somos, no de estatura, pero si de conocimiento. Nos creemos dueños de vidas ajenas, sin darnos cuenta que lo real es el ahora y nuestros actos.
Somos orgullosos, vanidosos, egoistas por naturaleza, pero a la vez bondadosos en momentos puntuales, donde el protagonismo es relevante, pero siempre deseando más y más. Ya sé que no se puede generalizar, pero solo hay que ver como está el mundo. Arrasamos países, cerramos puertas, olvidando que formamos parte del engranaje, pero somos sumisos por miedo a perder lo poco que nos dejan tener.
Mientras ELLOS se reunen allá donde están sus atalayas, un sitio prohibido para los de abajo, no hay que olvidar la jerarquia y sus secuaces.
Pero siempre es lo mismo, mejor dicho, pienso que vendrán tiempos muy peores donde no habrá una salida fácil, quizás es lo que quieren, al fin y al cabo para eso están.
Ahora lo que se lleva, es: yo no sabía nada, no estaba enterada, era desconocedora, etc. Pura vergüenza, menos mal que hay un sitio en el cual todos seremos iguales. Sería una gozada encontrarnos cara a cara con nuestro verdugo, pero en las mismas condiciones.
Me gustaría acabar este escrito diciendo que la gente es maravillosa, todos podemos serlo si nos ponemos los zapatos de los demás, pero eso es una utopía.
Os dejo, ya sabeis los que entraís en mi casa, que es hora de volver a poner los pies en la tierra y contemplar la luna llena, es una de las cosas que me hace más feliz, quizás no sea esa la palabra exacta, pero me da la paz que no puedo encontrar en la tierra.
Etiquetas: reflexiones
febrero 18, 2017 de 11:12 pm |
Toda ausencia es un perìodo inabarcable de tiempo. Que ocurriò en el primer segundo del “ya no estàs”
febrero 18, 2017 de 11:30 pm |
Bueno, aquì el apunte jocoso, a la mierda todo intento de filosofar si una guiñada en el flujo de corriente elèctrica, tormenta mediante, me resetea la pc.
Y si que no estamos !!!!!!
Decìa, previo apagòn que de paso y sin tener nada que ver, asi llamabamos a un compañero de clase en el liceo,”APAGON” Todo negro.
Digo: Que ocurriò en el primer segundo del “ya no estàs” “Brilla la luz cuando se explora la no presencia”.
Me, nos invitas a entrar a tu casa, y entrarè con los ojos gordos para no perderme detalle de cuando no estabas.
Viejo chusma, se engolosarìan las viejas vecinas, perfiladas detràs de las cortinas de las ventanas a la calle.
Si, chusma, pero chusma desde el peso del vacìo que dejàste, desde el espacio donde el francotirador espìa a su alter ego.
Quiero saber màs.
Bienvenida al pago.
PD.
En Argentina, Uruguay y Bolivia el pago es el lugar donde una persona ha nacido o está arraigada.
febrero 19, 2017 de 7:59 pm |
Me gustan tus relatos en forma de comentario, son geniales, aumentan mi ego en la medida precisa, tampoco hay que pasarse.
febrero 20, 2017 de 1:14 am |
Empatía y lunas; no debería ser tan difícil…
Estoy estudiando los emoticonos. La cosa promete.
febrero 20, 2017 de 5:01 pm |
Me gustan los emoticonos, los hay para cada estado de ánimo, aquí no sé como ponerlos.
febrero 20, 2017 de 5:54 pm
Poniendo los dos puntos y un paréntesis, por ejemplo.
: + )
🙂